
La violencia intrafamiliar o doméstica son aquellos actos violentos que ocurren dentro del hogar, sean físicos o psicológicos y que pueden afectar a más de un miembro de la familia.
Este tipo de violencia no se da solo en pareja, también puede generarse de progenitor a hijo, de hijo a progenitor, entre cónyuges, hermano a hermano, sin importar, género, sexo o edad.
Cuando una persona es víctima de este problema social, muchas veces se vuelve retraída o violenta y son pocos los casos que salen a la luz, por temor a la represalia de nuestro castigador, o por verguenza a los comentarios de la sociedad.